ETI, ENCUENTRO DE TEATRISTAS INDEPENDIENTES
En 1997 durante la creación
del Instituto Nacional del Teatro, Ana Marìa Leza integró el ETI, Encuentro de
Teatristas Independientes, junto a Daniel Vilches, Daniel Valenzuela, Luis
Alperìn, Gustavo Mac Lennan, Héctor Cesana y Ernesto Mitchel.
Así lo conocí a Héctor, en las reuniones, en donde participaba gente representando a los Mimos, y a los Titiriteros.
Desde siempre mi pasión fue lo artístico, especialmente el dibujo. Aprendí un
poco de danza clásica, y mucho de canto, luego estudié en Bellas Artes mientras
cursaba el secundario. Después el destino puso en mi camino la publicidad, y me
dediqué a las ilustraciones para libros y revistas, fui fotógrafa, diseñadora,
y dibujante científica. Tenía pendiente en mi vida ser actriz, así es que me
decidí a estudiar teatro. Fui dejando de lado la pintura, por los escenarios.
Ahora volví a pintar y a hacer escultura. Soy una actriz que expone cuadros y
escribe obras de teatro.
El teatro es lo más importante para mí, desde lo
profesional, es lo más completo.
Ana María Leza
A Angélica Pontari y Pablo Turchi, los conocí cuando hicimos una obra de mi autoría: "EL MISTERIO DE VICENTE FLORES", el grupo en aquel entonces, se llamaba Teatromanía, nombre que compuse buscando combinar palabras que expresaran mi propia locura por el Teatro. Cuando participamos en un Festival de Teatro en el centro Cultural San Martín, los organizadores me preguntaban: Teatro... ¿qué?, y yo les tenía que repetir el nombre del grupo. Salimos finalistas, hubo mucha Prensa, no sé qué pasó, pero a partir de esos momentos, comenzaron a usar la palabra "manía" para todo. Hasta Mirtha Legrand en su programa decía: "ahora todo es Manía..., futbolmanía, cinemanía...". Por eso decidí cambiarle el nombre al Grupo, lo que en un principio fue original, la cantidad de nombres que se hicieron parecidos al de nosotros fue tal, que lo vulgarizaron. Ahora el Grupo se llama INFRAGANTTI.
Una de las actrices de ese Grupo, que convoqué para el Programa, fue la actriz Irma Vitale, una gran comediante y una excelente persona, amiga mía al igual que Angélica Pontari. Irma era una combinación de Niní Marshall y Aída Luz. Pero cuando yo estaba preparando los comienzos del Programa de radio, Irma se encontraba muy enferma y por ese motivo se reusó a participar, ella en esos momentos estaba viviendo en la casa de su hija, Graciela, quien la cuidaba, y un tiempo después falleció. Fue muy doloroso para mí, que la quería tanto, y tenía deseos de emprender esta nueva experiencia con ella como compañera de equipo, y hacer Sainetes juntas. Pero lo que siento en realidad, es que se la perdió el mundo. Las personas con esa luz en el alma, con ese gran corazón, deberían perdurar por más tiempo con nosotros.
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Pablo, no solo fue uno de los actores en la obra, junto a mi amigo Mario Kogan, los tres participamos en la dramaturgia. Si bien yo la escribí, y la idea fue mía, en ese momento me gustó la idea de dejar que estos dos actores que yo valoraba, dieran su opinión, y modificaran alguna escena. Les di lugar, y sentí que enriquecieron la obra, ya que sus opiniones le daban un giro diferente a los pensamientos de algunos personajes.
Mi obra, junto con otras que escribí, y otra que escribimos Pablo y yo, estaba dentro del marco de un Proyecto, cuyo objetivo era llevar el Teatro a los barrios.
Con
Pablo Turchi, trabajé en otra obra, años después: "ESTARÁS CONMIGO EN
EL PARAÍSO", de Marcos Rosenzvaig, con el Grupo CIRCUS RENACENTISTA.
Para esa obra, colaboré, siendo actriz del elenco, con objetos escénicos
importantes, como el maniquí reproducción de la actriz Frida, que
aparecía mágicamente en escena, y un esqueleto que realicé en la técnica
de cartapesta, que asustó a una de las actrices, que pensó que era real
y se negaba a trabajar en la obra, a menos que sacaran ese esqueleto de
allí.