El
reflejo de la cabina, hasta ese detalle, fue un recuerdo. En primer plano,están Angélica Pontari y Héctor Cesana,
pero no se los distingue bien por la transparencia.
A pesar del contratiempo del
tornado, que nos tocó de alguna manera a cada uno la noche anterior, el estudio
estuvo lleno de movimiento y alegría una vez que dieron aire. Yo del miedo al
tener que comenzar sola, de conducir sin mi compañero, pasé a un estado de
comodidad, de sensación de estar navegando sobre aguas tranquilas. estaba
rodeada por varios compañeros, y nos estábamos divirtiendo.
Ana María Leza,
Sandra Colombo y Héctor Cesana
Aquí, en esta foto, estoy hablando con el
operador en ese recreo que da la radio cuando se pasa la música, y podemos
hablar entre nosotros sin que escuchen los oyentes.
Héctor Cesana, Angélica Pontari, Carlos
Videla, y Sandra Colombo
En esta foto, se suman mi amiga del alma, la
actriz Angélica Pontari, y el gran actor y animador Carlos Videla.
Granizo, lluvia y ráfagas de
viento de hasta 103 km
por hora provocaron daños en la vía pública y viviendas; zonas sin luz y sin
teléfono. Fue lo más parecido a un tornado. Una tormenta con intensos vientos
castigó anoche a la ciudad y el conurbano, con ráfagas de hasta 103 kilómetros por
hora que arrancaron de cuajo decenas de árboles, volcaron cabinas de peaje en
dos autopistas porteñas, provocaron la caída de cables y de al menos un cartel
publicitario en el límite entre Floresta y Parque Avellaneda, así como apagones
en el oeste y el sur del Gran Buenos Aires, como Morón e Ituzaingó, y Quilmes y
Avellaneda, respectivamente. El temporal, además, causó trastornos en subtes y
trenes.
El día anterior a nuestra
primera experiencia en radio, al que sería el primer Programa emitido por
nuestro grupo, yo pensaba en los pormenores, preparaba mi carpeta con los
contenidos, los textos de las escenas, el CD del Piloto, mi pendrive, mi cámara
de fotos. Con toda la expectativa, ordenaba los detalles. A la tarde tenía el
ensayo de una obra, que veníamos haciendo desde hacía un tiempo, pero con la
partida del actor Omar Ferreri, se lo tuvo que reemplazar, y Héctor Cesana iba a
ser el reemplazo.
Por
ese motivo tuvimos ese ensayo en un teatro. Al finalizar
el ensayo, a la tarde, salimos, y el cielo comenzó a oscurecerse. Se
venía, lo
que parecía una tormenta. Pensamos en abandonar el lugar lo más pronto
posible, pero fue en vano, la tormenta nos alcanzó y era más que una
tormenta. Se inundó la calle, fuertes vientos azotaban a los árboles que
amenazaban con caerse sobre nosotros, comenzó a caer un fuerte
granizo..., los diarios del día siguiente relataron los desastres de
este tornado.
Pero lo que a mí me preocupaba, era que el jueves, iba a ser nuestro primer Programa, ¿influirían las condiciones meteorológicas?. A media mañana comenzó a despejarse, a las tres de la tarde salió el sol, yo ya no estaba tan preocupada, se podía viajar, todos llegaríamos a la radio. Pero, no pensé en todas las consecuencias que trajo este fenómeno atmosférico.
El actor que debía conducir el Programa junto a mí, me llamó disculpándose, pues no iba a poder llegar, porque vivía en Quilmes, y esa zona aún estaba sin luz, y estaba arrasada. Varios me llamaron preguntándome si la radio funcionaba, si tendrían luz. ¿Cómo podría saberlo?, yo estaba en la calle, y suponía que una radio tiene elementos como para solucionar cualquier inconveniente. Llamé a la radio para tranquilizar a quienes me llamaron, y me dirigí hacia allá, sin saber qué otras consecuencias tendría el temporal. Una de ellas era segura, tendría que conducir sola, no se podía volver atrás, ya estaba anunciado, habría que modificar lo que estaba preparado.
Cuando llegué a la radio, le dije al operador: voy a pedir perdón a los oyentes. El operador exclamó: ¡¿cómo vas a pedir perdón, al aire?!, y yo le contesté que sí, porque no saldría al aire lo que estaba previsto. Tomé mi lugar en la mesa, frente al micrófono, mirando de frente al operador, al cartel que da AIRE, al reloj que marcaba lentamente los segundos que faltaban para que nuestro primer Programa comenzara. Al escuchar la cortina, conté que: "el gran actor Gerardo Baamonde,me había enviado un mensaje deseando que nos vaya muy bien en nuestro inicio, pero, lamentablemente, Gerardo, no fue así... El tornado se llevó autos, casas, árboles, y también, a algunos de nuestros actores que no están aquí." El operador se rió, y también los compañeros que llegaron al estudio ese día, y comenzó Viajeros, de una forma imprevista, sin mi co-conductor, pero con los demás ingredientes preparados para entretener a nuestra audiencia: "el monólogo de Argentina", "las vecinas de la radio", los comentarios sobre el Proyecto y los Sainetes, el inicio de nuestro teatro, y para finalizar, la emisión del Piloto que habíamos grabado, el Sainete "EL DEBUT DE LA PIBA", de Roberto Lino Cayol. No faltó un tango cantado por Tita Merello, actriz que trabajó en los Sainetes en los teatros porteños.